Deicidios por sus 35 años: «Somos una banda que es testigo de su época»
La muy respetada banda ayacuchana cumple 35 años de historial en el panorama del metal peruano y mundial. Son, actualmente, una de las bandas con mayor vigencia en la escena musical de Ayacucho.
Los admiro y no estoy siendo acomedido ni interesado. Me gusta la frontalidad de su música, sus letras contenidas de furia, indignación, hastío y demás sentimientos recargados de poder e intensidad. Dentro de la escena musical peruana, y no solamente del metal, fueron los primeros en profetizar el caos y el continuismo de cualquier ideología gobernante en el Perú y estoy hablando de lo que ahora vivimos. Se basaron en la historia y ahora ellos lo son.
Cuéntanos acerca de los inicios de Deicidios. Sabemos que hay una fecha específica en el mes de septiembre del 88 y fue un debut en el marco de una tocada.
Te saluda Guillermo “Búho”, uno de los miembros fundadores de la banda. Gracias por la entrevista y brindarnos un espacio. Deicidios nace a inicios de 1988 siendo la primera banda metal de nuestra ciudad musicalmente hablando y nuestro debut fue el 23 de septiembre de 1988 en un concierto con bandas locales en la segunda cuadra del jr. Cusco (La Palizada); no recuerdo bien si tocamos 4 o 5 temas propios; en ese entonces hacíamos un speed thrash incipiente y básico.
Los inicios fueron definitivamente muy difíciles pues no contábamos con instrumentos propios y la ciudad y el país estaba en una guerra interna: vivíamos el infame primer gobierno de Alan García y no había esperanzas para nuestra generación.
Nuestros ensayos eran con guitarras acústicas y la batería era de cajas, baldes y latas; luego ya “cuadrados” íbamos adonde algún grupo musical que animaba fiestas para alquilar sus instrumentos y ejecutar nuestros temas. En 1989 fue nuestra primera entrevista en el fanzine “Cuero Negro” Nº 6 de Lima y de este modo nos presentamos a la escena metal nacional; debido a esta entrevista nos llegaron muchas cartas del Perú y el extranjero y, como en Ayacucho no se hacían conciertos, decidimos viajar a Lima.
Es así que en 1990 y 1991 tuvimos presentaciones al lado de bandas limeñas de la época teniendo un buen impacto. Los bangers se preguntaban cómo podía haber una banda metal en Ayacucho, ciudad que por aquellos años vivía en medio de un fuego cruzado y rodeada de muertes. Esa fue la época en la que nos tocó vivir y en la que decidimos formar una banda; teníamos todo en contra, pero contábamos con lo principal: actitud. Estábamos decididos a seguir con la banda y el metal, y viendo que teníamos buena acogida el siguiente paso fue proveernos de instrumentos propios y así lo hicimos: ¡con instrumentos y efectos nacionales, pero qué chucha!
Nuestras presentaciones en Lima fueron lecciones para la banda y así mejoramos nuestra manera de componer y hacer música; se hizo y rehízo temas para una futura grabación la cual no llegó, debido en parte a que en la ciudad no había dónde hacerlo y también por nuestra dejadez. ¡Triste pero cierto! Todo esto y más fueron los inicios de la banda entre 1988 a 1993.
¿Qué significan como propuesta musical, artística e ideológica, para el rock hecho en Ayacucho, el metal para ser más específicos, en estos 35 años de historia entre idas y venidas?
Así es: son 35 añitos de la banda y nos hemos mantenido incólumes y firmes. Cuando armamos la banda no sabíamos cuánto tiempo iba a durar y qué se lograría, pero es que cuando tienes 18 años no te proyectas y solo vives el presente y, ese presente (en ese entonces), era desolador. Deicidios es visto desde afuera como un referente ayacuchano en el metal peruano y ahí radica parte de nuestro legado, de nuestra vigencia y, por sobre todo, nuestro compromiso y consecuencia.
Nuestra propuesta musical siempre fue el metal, el metal en su vertiente más siniestra y radical, mostrándonos honestos con nosotros mismos y no siguiendo tendencias ni modas; en cuanto concierne a lo artístico hemos cuidado que nuestros lanzamientos sean bien producidos, con buenas portadas y que inviten a la reflexión; en lo ideológico no hemos claudicado a nuestros principios: nos mantenemos fieles a nuestra identidad como banda y como bangers.
Pero en cuanto a ideologías, recuerda que somos un quinteto y cada uno es libre, como individuo, de profesar el pensamiento que crea conveniente y eso no hace mella al momento de componer y ni al funcionamiento de la banda.
En nuestras canciones manifestamos nuestras experiencias y puntos de vista. Somos una banda que es testigo de su época. Somos conscientes de que en Ayacucho no estamos unidos y no tenemos ideas en común con otras bandas locales, pero sí tenemos el convencimiento de que, con perseverancia y honestidad, podemos consolidar un movimiento perdurable y sólido.
¿Qué recuerdos tienen del rock de los noventa y dos miles? ¿Todo tiempo pasado fue mejor?
Yo estuve presente desde antes que se hiciera el primer Chapla Rock en diciembre de 1986 en el entonces cine municipal, hoy cine-teatro municipal y desde aquel entonces he visto demasiada agua correr bajo el puente. El problema fue que nunca hubo un cambio generacional, una toma de posta de los ochenta a los noventa, y créeme que eso se debió mucho a la violencia política de ese entonces.
Acababas el colegio y tus padres, por cumplir sus funciones como tales, de salvaguardar tu vida y de proveerte de un mejor futuro, te enviaban a otra ciudad (entiéndase Lima) y eso menguaba el nacimiento o gestación de una movida o como quiera llamársele; además conseguir música o estar al tanto de lo que ocurría fuera de Perú musicalmente hablando era demasiado difícil.
En los noventa Sendero Luminoso desaparece como posición militar, hay más medios para poder escuchar música, para hacer música; a partir de 1997 se hacen conciertos más seguidos, hay más bandas y propuestas, había más gente punk que metal, pero en los conciertos podías ver una simbiosis entre ambas movidas.
La gente de distintas edades se empieza a conocer y divulgar música, salen los primeros fanzines, tiendas, programas en radio. Es así como se llega al nuevo milenio. Aparecen y desaparecen personas y bandas, ya no hay distancias, estás al día de cualquier noticia y es mucho más fácil conseguir música, hay mayor variedad de estilos y tendencias, conseguir instrumentos y grabar ya es más posible.
Hay conciertos y festivales más seguidos; no sólo llegan bandas nacionales si no también extranjeras, ya hay estudios de grabación y colectivos. Puedes encontrar en el mercado todo tipo de manifestación y de posturas y no posturas también.
Respecto al ¿Tiempo pasado fue mejor? Creo que cada generación vive y quema sus etapas, sus momentos, pero debe tener su propia personalidad y su propia identidad (ojo, estamos hablando de música). Los puntos de vista que te narro son de alguien que ha estado presente en el movimiento metal desde su gestación, mas no he sido seguidor de su escena rockera en general.
Sé y conozco que hay distintos subgéneros, movidas, espacios, pero sinceramente no he estado al tanto de la variopinta movida musical en general.
Cuáles son los momentos más importantes en la biografía de la banda. ¿Hubo quiebres para mejor? ¿Hay un antes y un después a consecuencia de algún acontecimiento?
¿Momentos importantes? Definitivamente fue la actitud que se tuvo para armar la banda en un medio por demás nefasto y de violencia. Armamos una banda cuando se carecía de todo: no había instrumentos, salas de ensayo y de grabación; cuando decidimos manifestarnos y ser escuchados, pusimos unas ganas cuasi morbosas de hacer música y actualmente nos reafirmamos en ello.
Para nosotros cada logro, cada paso adelante es importante, pero definitivamente el lanzamiento de cada nueva producción es más que relevante y gratificante. En Julio del 2022 tuvimos nuestra primera gira internacional: nos fuimos a Bolivia y realmente fue una experiencia brutal y que vamos a repetir, pero con otro destino.
Claro que hubo quiebres, malos momentos, pero también ingresos y cambios de integrantes y que por supuesto fueron para mejor. Puedo asegurarte que definitivamente el ingreso de nuevos integrantes conllevó a una superlativa mejora en el concepto compositivo de la banda, en cómo proyectarse y cómo difundir nuestra música.
El hecho es que en Deicidios en la actualidad hay una mezcla de generaciones, de edades, de cómo vemos al metal, de cómo percibes la música, y el resultado se aprecia en nuestra música y en nuestra propuesta. Si bien la banda es del siglo pasado, no nos quedamos en eso; hay un buen balance entre la corriente antigua old school y las corrientes actuales. Esto se puede apreciar en el sonido y propuesta de la banda.
Nuestras producciones, nuestras presentaciones en vivo, han llevado a Deicidios al sitial que se merece como una banda seminal en el metal de provincias y a nivel nacional. Actualmente nuestra alineación es: Alfredo Cárdenas (voz), Richard Ledesma (primera guitarra), Marcelo Ávalos (segunda guitarra), Joe Hoyle (batería) y yo Guillermo Guevara (bajo).
¿Qué es lo que históricamente más les llega al pincho del Perú? ¿Su gente ignorante, sus políticos, la corrupción?
Tenemos 202 años como República y somos producto y consecuencia de una conquista por parte de España, un reino que era el más atrasado, el más desigual, despótico, religioso y lleno de privilegios de Europa y esto lamentablemente está dentro de nosotros hasta nuestros días y nos ha formado como Nación, como Estado y como país; ojo: no estoy tomando un concepto de nuestro Amauta Mariátegui, simplemente es como lo veo ni tampoco quiero decir que con los incas todo era una hermosa utopía de sistema económico.
Sin embargo, solo basta leer “La Historia de la corrupción en el Perú” de Alfonso Quiroz para observar lo trágico y degenerativo que nos ha resultado esta conquista. Una corrupción a gran escala y a todo nivel o estrato social, y en menos de 60 años de la independencia, como lo demuestra Manuel González Prada, el militarismo y nuestra clase política jugaron un papel decisivo en contra del país en la guerra con Chile.
Recordemos que fue en Perú y México donde se estableció el poderío español en América y se avasallaron a estas dos culturas con una cosmovisión y superestructura distinta y contraria a la española, y ahora estos dos países tenemos una historia y presente similar y ello no es mera coincidencia o producto del azar.
A este ritmo bastante intenso en el que vienen trabajando, girando a nivel nacional por el sur peruano, ¿qué proyectos se avecinan en la banda aparte de la publicación del nuevo disco?
Llegar a este punto donde se encuentra actualmente la banda ha sido debido a que creemos en nosotros mismos y a nuestro trabajo, en mostrar compromiso y consecuencia con nosotros mismos, con la banda y con el metal.
No es fácil mantenerse a lo largo de 35 años y más aún en este submundo del metal donde se carece de apoyo e identificación, además lo sabemos y nos queda muy claro que nadie es profeta en su tierra (Ayacucho, sí, ¡demasiado maleteo!) pero aun así Deicidios sigue vigente, seguiremos en la brega, no somos una banda que ha parado y se está volviendo a juntar luego de años.
Después de la crisis sanitaria mundial, la banda ha estado viajando y presentándose en distintas ciudades adonde se nos ha invitado. Tenemos proyectos, ideas y giras, pero la experiencia te enseña que es mejor trabajar en silencio; aunque sí te puedo decir que la salida de nuestro siguiente álbum es inminente: debe salir para marzo del 2024. Aún no se tiene el nombre ni portada, pero será cantada en castellano y contendrá un tema de 1988, “Guerra sucia” y “El pecado de dios” de 1992. Presentará a la banda en un estilo más alineado al death metal. Con la salida del siguiente álbum vamos pagando nuestra deuda discográfica y vendrán muchos más.