Kiwan: “La mayoría de artistas nuevos en Ayacucho no toman en serio lo que están haciendo”

El artista ayacuchano charló con Huamangazo sobre su trayectoria musical, su paso por Negro Music y algunos de sus planes para el futuro

Entrevista y redacción por Nina Vargas
Fotografía por Diego Ozaita

El tiempo no se detiene. Parece no tener frenos y transcurre dejando historias presentes y anunciando futuros. En nuestra pequeña ciudad, en la que parece que no sucede nada, un artista emergente no ha bajado los brazos. Carlos Sánchez, Kiwan, es un artista sencillo; de muy cerca desprende el mismo magnetismo que muestra en sus videos y presentaciones. Kiwan nunca la tuvo fácil y por eso se preocupa de mantener sus pies bien puestos sobre la tierra.

Hoy sobresale gracias a su sonido cosmopolita repleto de detalles armónicos bastante más suaves que los tradicionales golpes del trap, en canciones que cargan con un fuerte sentido de la sensualidad. Es sexoso, pero de una forma más íntima y hasta nostálgica. Aquella delicadeza lo ha transformado en uno de los talentos más interesantes y prometedores de la música urbana ayacuchana y nacional.

Fotografía por Diego Ozaita

La música es una vocación que no se puede disimular ni ocultar. Cuéntanos sobre cómo nació en ti la voluntad por hacer música.

Provengo de una familia musical y en el colegio llegué a tocar la trompeta; allí fue mi primer acercamiento con la música. Cuando escuché los sonidos del género urbano por primera vez como cualquier adolescente me gustó. Era algo novedoso para mí.  No hay una edad en donde definas totalmente tus gustos musicales, pero me dije a mi mismo: ¡yo quiero hacer eso! No sabía nada de producción o sobre componer; simplemente me lancé a hacer algo que me gusta.

Participaste en el Festival Claro hace ya varios años. ¿Te enseñó algo el haber tenido esa experiencia?

Uno va a los festivales a medirse. Compites con otros participantes mucho más curtidos. Eso te enseña demasiado. Observas cómo se desempeñan en el escenario, analizas su técnica vocal y comparas las cosas que aún te faltan aprender.

Fue una experiencia increíble poder participar en el Festival Claro. Hicimos algo que los demás participantes no.  Componer y fusionar música urbana con folclor. Fue lo que los jurados vieron: que nos atrevimos a más y que creamos algo que no era común. El tiempo me enseñó que ser artista tiene etapas en las que uno va evolucionando en sus gustos musicales. De pronto vas encontrándole una personalidad musical a lo que compones y buscas la mejor versión de tus sonidos.

Fotografía por Diego Ozaita

¿Cómo es ser un artista urbano en nuestra ciudad? ¿Consideras que lo “urbano” al estar ya un par de décadas “de moda” es más fácil para posicionarte como artista?

Cuando empiezas una carrera musical siempre pasas por etapas. Yo inicié en un momento en el cual no existían estudios para hacer música urbana, no había ningún lugar donde grabar. Lo que hicimos fue adaptarnos a lo que teníamos y componer; sentía que dentro de nuestra ciudad nos percibían despectivamente. Me decían: ¿¡Cómo vas a hacer ese tipo de música!? No solamente el público, sino también familiares. Pero el proceso me enseñó a encontrar un equilibrio. Hay mucho sacrificio y esfuerzo detrás de lo que hago.

La evolución de la percepción de la música es cíclica, eso hace que la industria musical sea un poco compleja. Mientras más te vas adentrando se va volviendo más complicado, vas aprendiendo más cosas que al inicio ignorabas. Son muchos los factores que influyen. Ahora me siento más valorado artísticamente.

Radicaste en Lima durante 4 años y algo más. ¿Consideras que haber vivido en la capital fue un reinicio para tu carrera?

Ya había hecho muchas cosas acá. Fue un proceso de aprendizaje el salir de la ciudad; te abre más los ojos y expandes más la mente.  Viajé con un amigo justamente con la misión de aprender más y salir de mi zona de confort.  Lima es una ciudad ajetreada y cara, pero eso te enseña. Logramos hacer contactos con Negro Music y conocí un poco más de la industria musical urbana.

Cuando exploras más el mundo de la música urbana te das cuenta que no es solo hacer buena música, ya que eso es solo una parte.  Es 10 % talento y 90 % trabajo duro. Esos cuatro años fuera de mi ciudad me llenaron de mucha experiencia, pero no fue un reinicio para mi carrera; fue un impulso para seguir adelante.

La música es hablar de lo que sucede en la realidad. Quieras aceptarlo, o no, todo lo que se habla en las canciones es porque sucede en la realidad. Si se habla de violencia es porque existe violencia en el mundo real, si se habla de sexo o de cualquier otra cosa es porque realmente está pasando. Yo siento que la música es un reflejo de lo que sucede en la sociedad. También es cultural: hay países que son más liberales y de mente más abierta.

Fotografía por Diego Ozaita

Trabajaste con Negro Music. ¿Cuéntanos algunas enseñanzas profesionales que obtuviste al rodearte de especialistas en el género?

Trabajar para ellos fue una experiencia superemocionante. Cuando era un chiquillo tomé sus producciones como ejemplo de lo más top de música urbana en el Perú. Fue gratificante el estar rodeado de personas y artistas experimentados. Aprendí mucho. Poco a poco fui creando mi propia fórmula musical y aprendiendo a componer cada vez mejor.

¿Cómo consigues una colaboración con otros artistas? Sabemos que esta es una metodología, los llamados feats.

Es una estrategia. Es común que dos artistas colaboren.  Digamos que tengo mi gente y el otro artista igual, entonces colaboramos; de este modo logramos que los fans tanto míos y del otro lleguen a conocer más sobre nosotros y de nuestra música. No solo las colaboraciones son importantes, sino el presupuesto necesario para posicionarte como artista. Estoy muy agradecido con las personas que colaboraron conmigo y fueron participes de mi proceso. 

Fotografía por Diego Ozaita

¿Cómo crees que será la escena urbana en Ayacucho de aquí a un par de años? ¿Consideras que es rentable ser productor musical en Ayacucho?

La mayoría de artistas nuevos en Ayacucho no toman en serio lo que están haciendo. Es algo superficial. Siento que podrían crecer más. Cada artista tiene que financiar su propio proyecto. Aprender y conocer es un proceso obligatorio.  Pero casi todos lo toman con indisciplina. Es muy importante que te tomes en serio el papel de artista y enfocarte en lo que quieres lograr.

Ser productor musical es un complemento. Yo me metí a hacer vídeos porque no había quien produzca mi contenido audiovisual con el estilo de música urbana que deseaba. En Negro Music aprendí mucho. Necesitaba poder producirme solo. Después conocí a personas increíbles que me ayudaron a seguir creando.

Fotografía por Diego Ozaita

¿Tienes objetivos claros para este 2022?

Tenemos una producción que se lanzará aproximadamente en seis meses. Contará con colaboraciones y canciones individuales.  Estamos en la búsqueda de un artista que sume a la producción para que el impacto del lanzamiento del álbum tenga más efecto y darle más oportunidad a que la canción pueda ser escuchada por más gente.

¡Escucha a Kiwan aquí!