El proyecto chiclayano Matalascallando presenta su álbum debut: oscuridad y rebeldía en clave noise rock

¿Qué tienen en común el post-punk, el indie rock, el bedroom-pop y el noise? La respuesta es Matalascallando, el proyecto musical de un peruano que vive en Portugal y que acaba de lanzar su primer álbum homónimo, una joya del rock alternativo que fusiona todos estos géneros con maestría y originalidad.

Matalascallando es el nombre artístico de un músico chiclayano que prefirió mantenerse en el anonimato y dejar que su música hable por él. Su álbum es el resultado de un proceso creativo que duró dos años, en los que compuso y grabó sus canciones en su casa, aprovechando el encierro y la pandemia para plasmar sus vivencias y reflexiones.

Sus letras son ácidas y mordaces, llenas de humor negro y crítica social. Sus temas abarcan desde la crisis existencial hasta el desencanto amoroso, pasando por la incomunicación y el hastío. Su música es ecléctica y experimental, con guiños a bandas como Pixies o Joy Division.

Matalascallando no es un debutante en la música. Ya había formado parte de grupos como FM y Submarino, con los que tocó en varios escenarios y grabó algunos discos. Pero con este proyecto se ha desmarcado de su pasado y ha buscado su propia identidad, una identidad que bebe de la cultura rockera peruana, pero que también se nutre de las tendencias globales y las influencias locales.

El álbum tiene la colaboración de músicos como NINANIÑA, Gorgory, Pipo Ventura y Tomas Carvalho, que enriquecen las canciones con sus aportes y matices. El diseño gráfico, obra de Huayruoz, representa el concepto de collage que define al disco, donde cada elemento tiene su sentido y su lugar.

Escúchalo.