Renata Flores – Isqun (2021)
Me atrevo a decir que Isqun de Renata Flores es uno de los trabajos más interesantes que se han publicado en estos últimos años. Producir un disco es algo muy similar a redactar un libro; es decir, no se trata de acumular canciones o capítulos: se trata de generar emociones secuenciales.
Escuchar Isqun es un disfrute para quienes gustamos de la fusión; esa forma musical que a cierto sector conservador genera resquemor pero que a otros, cuando se consigue el equilibrio como bien Renata Flores lo ha hecho, promueve nuestra fantasía y capacidad de asombro. Tan solo los cinco primeros temas de este álbum nos lleva a preguntarnos sobre quiénes son las mujeres a las que refieren los títulos de sus canciones. La heroicidad de las mujeres andinas es la médula de donde nace el concepto artístico de este trabajo.
Isqun comienza con Chañan Cori Coca, aunque a mi criterio hubiera sido excelente que el disco arranque con Francisca Pizarro, un tema que nos remite a la guitarra ayacuchana y a su singular expresividad para luego dar pase a ritmos llenos de energía propios del ahora llamado pop urbano. Los instrumentos de cuerda propios de nuestro folclore andino, las antaras, las tijeras, el arpa y el violín consiguen ser los ingredientes precisos para comunicar que nuestro Perú es el resultado de una fusión más allá de cualquier juicio de índole político e histórico.
Después de Beatriz Clara Coya, un tema que provoca una coreografía mental, llega María Parado de Bellido con música propia de la Bajada de Reyes de Cangallo, aludiendo así a dicha ciudad protagonista y tan fundamental para la Independencia del Perú.
En Isqun el quechua y su fonética se sincretiza con naturalidad en cada compás, en cada métrica y giro vocal. Pareciera sin ánimo de ofender a los puristas que nuestros ancestros andinos hubiesen en un pasado ficticio tenido un género similar al rap o al rhythm and blues. A decir verdad, talvez el harawi es lo más cercano a cantar con la voz del alma, similar al blues que resulta ser el género matriz de la música pop contemporánea.
A la fecha no estoy enterado de músicos ayacuchanos que hayan aparecido en la prestigiosa revista Vogue o en The New York Times. Hace algunos días una candidata presidencial expresó que Renata Flores es actualmente su artista favorita. Definitivamente vivimos un periodo en la historia de la patria en la que el quechua es el blasón de quienes ahora lo hablan con orgullo.
Esta obra discográfica lo tiene todo dentro del género en el cual se enmarca: melodías festivas, ritmos aleatorios, líricas reflexivas y voces de protesta; es por ello que para ya no contarles lo transmitido artísticamente tema por tema, desde este espacio los invito a que puedan escucharlo desde las diferentes plataformas de distribución digital como Spotify y demás.